Hoy tu ausencia me ha abierto los ojos.
Me ha dicho que ninguna otra luz ocupará el lugar de tu alma en ese gran espacio vacío dentro de mí.
Y por más que busque no encuentro la pieza que falta, tal vez la única pieza que encaje seas tú, y tu mirada, tal vez lo demás sea demasiado pequeño.
Y ese sentimiento de culpabilidad que inunda todo mi cuerpo cuando pienso, o me engaño pensando, que tal vez alguien pueda sustituirte.
Y la verdad es que... nunca nadie podrá siquiera imitar tu silencio.
Ningún otro ''te quiero'' retumbarán tanto como tu dulce voz.
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